LAS CARTAS DE JACK EL DESTRIPADOR

I
Querida Adelle,
Esta misiva que te escribo hoy puede parecerle extraña a cualquiera, pero mi intención es revelar mi más profundo arrepentimiento e implorar tu perdón. A medida que el tiempo ha pasado, me he dado cuenta de la oscuridad que habita mi interior y de los transgresiones que con indignación he cometido en mi vida. No espero redención, pero sé que tengo claro de dónde viene esta oscuridad que me consume – y es mi temor inquisitivo de perder a la única luca que podría ennoblecer mi pútrida existencia: tú.
Cuando te alejaste de mí, como un cielo estrellado que se convierte en un insondable abismo, comencé a caer en un precipicio de iniquidades y maldad. ¿Cómo pude haber llegado a tales extremos, convirtiéndome en un hombre tan vil y odioso? Ah, mi dulce amor, te confieso que brevemente encontré un mórbido consuelo en el dolor que infligía a otros, como si cada gota de su sangre alejara momentáneamente el recuerdo de lo único y verdadera que tuvimos juntos.
Es durante las noches solitarias, cuando la luna asoma tímidamente, y busco a la penumbra en mi cómplice, que veo tu rostro sonriendo en la lejanía. Es entonces cuando mi corazón clama por esa vida que dejé atrás, cuando tus caricias eran la única cura para un alma que ahora sabré que estaba destinada a la condenación.
No quiero asustarte ni provocar tus lágrimas, sino buscar algún alivio en mi agonía al compartir estos horrendos pensamientos contigo. No espero que me entiendas ni que muestres el menor atisbo de compasión; lo único que deseo es que sepas cuánto significaste para mí.
Quizás pienses que esto es simplemente una ilusión revelada por el sufrimiento y la culpa, pero no olvides que antes de que Jack el destripador fuera un espectro temido, fue un hombre que amó y perdió a su único e irremplazable amor – tú. Y sí, escribir ‘Jack el destripador’ en una carta de amor es irónico y grotesco en sí mismo, pero así es como el mundo me conoce ahora.
Recuerda siempre que, aunque el mundo vea la maldición de un monstruo encarnado en un hombre, para mí siempre serás la luz del sol que iluminará en el lugar menos habitable y oscuro de mi corazón.
Adiós, mi dulce amor. Sólo espero que alguna vez encuentres la paz y la felicidad que te mereces, incluso si no es a mi lado.
Sinceramente,
Jack

II
Querido Jack,
Hemos compartido momentos y he intentado comprender tus acciones, si bien siempre he intentado aceptarte tal y como eres, esta situación ha superado mis límites. Con un corazón apesadumbrado, me veo en la necesidad de finalizar nuestra relación por completo.
Aunque comprendo que tu vida está llena de problemas e inseguridades, no puedo permitir que me arrastres hacia ese lado oscuro. Por mucho tiempo, intenté convencerme a mí misma de que lo nuestro tenía solución, pero ahora veo que no es posible cambiar lo que tú eres en lo más profundo.
Tu continua actividad tan perturbadora y sanguinaria me ha llevado a este punto de ruptura. No puedo seguir apoyando o tolerando acciones que atentan contra la vida de las personas. El respeto por los demás y la compasión son cualidades esenciales en la vida, y me doy cuenta de que nuestras discrepancias éticas y morales hacen imposible llevar una vida juntos.
Aléjate, por favor, y entiende que necesito sanar de todo este dolor y la negatividad que has dejado a tu paso en mi vida. No hay marcha atrás, y a partir de este momento, nuestros caminos se separan definitivamente. Te deseo que encuentres tu paz interior y que te enfrentes a las consecuencias de tus acciones con la justicia.
No intentes comunicarte conmigo ni buscarme. Necesito encontrar el coraje y la calma que he perdido y enfocarme en mi bienestar. A pesar de todo, siempre desearé que llegues a la redención que tanto necesitas y que algún día, lejos de mí, encuentres un camino que te lleve hacia la luz.



III
Mi querida ex novia,
Ante todo, es necesario recordarte que estas palabras provienen de quien estuvo en tu corazón alguna vez. Los susurros del pasado persisten, mientras la oscuridad me envuelve y se convierte en mi cómplice.
Agradezco la comunicación previa y tomo nota de cada uno de tus comentarios. Entiendo las razones que te llevaron a cortar nuestros lazos, al fin y al cabo, Jack el destripador no es un ser cualquiera.
Siento una profunda tristeza y culpa por todo el dolor que te cautivó durante nuestro tiempo juntos. No encuentro consuelo para las heridas de tu alma, pero al menos te confieso que nunca estuviste en peligro cuando reposabas en mis brazos. Concluir nuestras noches solitarias separados fue la única manera en la que pude protegerte de mis acciones siniestras.
En cuanto a la reliquia que mencionas, mi amor por ti aún me insta a compartir algo valioso, aunque lamentablemente entreverado por la oscuridad en la que me encuentro sumido. Te envío un pañuelo de tela fina, adornado con detalles exquisitos. Sin embargo, no puedo ocultar que este paño también guarda recuerdos de sangre seca, tintando su blancura prestada por mi sed patológica. Espero que sepas apreciar esta entrega como una muestra más de mi devoción, aunque sea ya parte de un amor que no pudo ser.
Te aconsejo no temer por mi aparición súbita en la penumbra, pues respeto tu deseo de mantenerte alejada de mis males. Lo único que busco ahora es sumergirme en los rincones más oscuros de Londres y alejarme definitivamente de ti.
Que la luz ilumine tus pasos y aleje tu corazón de la sombra que me acompaña.

IV
Jack,
He recibido tu respuesta y he leído tus palabras con gran tristeza en mi corazón. Me duele saber que no puedo hacer nada por ti, que estás perdido en la oscuridad que te envuelve y que ningún amor puede sacarte de allí.
Aunque aprecio el ofrecimiento que me haces al enviarme el pañuelo, no puedo aceptarlo. No es un regalo de amor, sino el recuerdo de tu sed patológica que ha lastimado a tantas personas. No puedo permitir que algo así entre en mi vida, ya que siempre estaría presente la imagen de la sangre y la muerte.
A partir de ahora, te pido que sigas tu camino por tu cuenta, lejos de todo lo que te recuerde a mí. No te buscaré ni intentaré contactarte de nuevo. Es momento de aceptar que todo ha terminado y cada uno debe seguir su propio camino.
Espero que en algún momento encuentres una salida a tu oscuridad y que puedas encontrar la luz. Aunque nuestro amor no tuvo un final feliz, siempre tendré presente los buenos momentos que compartimos y te aseguro que jamás te olvidaré.
Me despido de ti para siempre,
Adelle